La tela para cubrir plantas es una solución práctica para proteger tus cultivos de cambios de temperatura, viento, insectos y exceso de sol. Ideal para hortalizas, flores y plantas ornamentales, esta tela actúa como una barrera suave que mantiene una temperatura más estable y evita daños cuando las condiciones climáticas no son las adecuadas.

Se trata de una malla o tela ligera, generalmente de polietileno o polipropileno, diseñada para colocarse sobre macetas, bancadas o directamente en canteros. Su función principal es disminuir el estrés térmico, filtrar la radiación solar excesiva y reducir la pérdida de humedad, sin impedir que entre la luz necesaria para la fotosíntesis.

• Materiales comunes: polietileno o polipropileno, a veces con protección UV para mayor durabilidad.
• Transmisión de luz: busca una tela semi/transparente adecuada para que las plantas reciban luz suficiente.
• Porosidad y tamaño de malla: menor o mayor filtración según el cultivo y la estación; afecta la ventilación y la humedad.
• Resistencia y durabilidad: podés encontrar versiones reutilizables para varias temporadas.
• Color: suele ser natural o ligeramente blanqueado; colores claros ayudan a reflejar el calor.

• Clima: en veranos muy intensos, preferí telas con mayor filtración y protección UV; en primavera u otoño, una malla más ligera puede ser suficiente.
• Cultivos: para hortalizas de hoja rápida, una tela con buena transmisión de luz es clave; para frutales o plantas fragiles, considerá mayor cobertura.
• Tamaño y forma de la cama o macetas: medí el área a cubrir y elegí tableros o tiras de tela con margen suficiente.
• Facilidad de instalación: buscá modelos con Ojales o burletes para fijar y con opciones de sujeción (gomas, clips o bridas).

• Colocá la tela de modo que cubra toda la planta y quede un margen para ventilación alrededor de la base.
• Fijá la tela con gomas, clips o bridas, dejando un poco de holgura para evitar que se rompa con el viento.
• Dejá que circule aire en las noches más frías cuando no haya heladas, para evitar condensación interna.
• Durante días de lluvia, asegurate de que el agua pueda escurrir para evitar encharcamientos.

• Ventajas: protege contra heladas ligeras, reduce lesiones por viento y sol directo, puede reutilizarse varias temporadas y facilita un microclima estable.
• Desventajas: si la malla es demasiado cerrada, puede disminuir la ventilación; conviene revisar la necesidad real de protección para cada cultivo.

• Enjuagá con agua para quitar polvo y suciedad; dejá secar antes de guardar.
• Guardá en un lugar seco y protegido de plagas cuando no la uses; revisá que no haya grietas o roturas.
• Revisá periódicamente los ojales y anclajes; reemplazá piezas dañadas para mantener la protección.

• ¿La tela para cubrir plantas impide la luz? No si elegís una tela con la porosidad adecuada; buscá modelos que permitan la penetración suficiente de luz para tus cultivos.
• ¿Se puede reutilizar temporada tras temporada? Sí, dependiendo del material y del cuidado; las versiones con protección UV duran más y resisten mejor.
• ¿Qué tamaño necesito? Medí la superficie a cubrir y añadí un margen para fijación; para macetas pequeñas, una tira corta basta, para bancales considera secciones más amplias.
• ¿Ayuda con heladas? Puede ayudar con heladas ligeras y con descensos de temperatura moderados, especialmente cuando se usa con buena ventilación.

Si querés encontrar la tela para cubrir plantas adecuada para tu jardín o huerta, buscá opciones con buena relación entre protección y transmisión de luz. En la tienda podés comparar materiales, grosores y tamaños para adaptar la solución a tus cultivos y al clima de tu zona.