La pintura gris es una opción neutra y elegante que funciona en casi cualquier ambiente. Los tonos van desde gris claro hasta gris antracita, y cada subtono puede cambiar por completo la sensación de la habitación. Es ideal para darle continuidad a distintos espacios sin perder calidez.

• Gris claro: amplía la sensación de luminosidad en espacios pequeños o con poca luz.
• Gris medio: perfecto para dormitorios, salas y cocinas modernas.
• Gris oscuro o antracita: crea contraste y destaca paredes de acento o muebles.

• Mate: look elegante y camufla imperfecciones, ideal en salones y dormitorios.
• Satinado: facilita limpieza y aporta un ligero brillo.
• Perlado: ofrece textura suave y buena resistencia al lavado.

• Cobertura típica: entre 12 y 14 m² por litro por mano, según la porosidad de la superficie.
• Tiempo de secado: al tacto entre 30–60 minutos; entre manos, 2–4 horas según temperatura y humedad.
• Lavabilidad: muchos productos son lavables con jabón neutro y agua.
• Aplicación: se aplica con rodillo o brocha; para acabados finos, rodillo de microfibra o pistola.
• Envases: 1L, 4L y 10L, pensados para proyectos pequeños y grandes.

Antes de pintar, limpiá polvo y grasa. Repará fisuras, lijá superficies brillantes y aplicá imprimación o sellador si la superficie es porosa o ya fue pintada previamente. Así se logra una pintura gris más uniforme y buena adherencia.

• Aplicá una o dos manos para una cobertura homogénea; dejá secar entre capas.
• Trabajá con buena iluminación para evitar zonas desiguales.
• Si venís de colores muy oscuros, una base gris claro puede ayudar a la cubrición.

El gris es un neutro que combina con casi cualquier color. Acompañalo con blanco para un look limpio, con maderas cálidas para calidez, o con negro para un estilo moderno. En espacios pequeños, un gris claro en las paredes y acentos en tonos suaves generan amplitud sin perder elegancia.

Encontrá pinturas grises en acabados mate, satinado y perlado, con distintos rendimientos y precios. Revisá la ficha técnica para saber durabilidad y lavabilidad. Elegí el tono acorde a la iluminación y al presupuesto de tu proyecto, y optimizá la cobertura para evitar sorpresas al final.